Lo que buscamos los porteños cuando salimos a comer afuera

A los porteños nos encanta salir a comer o a tomar café, casi como un ritual. Comer “afuera” es una oportunidad única para pasarla bien con amigos o con la familia. Sin embargo, estas maravillosas intensiones que nos mueven a pagar un desayuno, almuerzo o cena en un lugar que no es nuestro hogar, no quitan que tengamos gustos bastante definidos en el momento de elegir el sitio gastronómico adecuado.

En general, a muchos de los argentinos, no solo los porteños, nos encanta la carne, y para algunos expertos en gastronomía le tenemos especial aprecio a la comida simple, con pocos condimentos. Por otro lado, en la ciudad de Buenos Aires, cada vez hay más restaurantes que ofrecen comidas típicas de otros países. Lo que al principio parecía una moda, hoy en día es toda una tendencia que llegó para quedarse: probar diferentes lugares para comer.

Qué pretendemos de un restaurante

En primer lugar, la mayoría de las personas pretenden que la comida sea muy buena y preparada con ingredientes de primera calidad. En segundo lugar que el restaurante, bodegón, café, heladería, etc. esté limpio.

El último requerimiento puede parecer insólito ya que es un principio que no se discute en este campo: todo debe estar limpio. Sin embargo, no siempre sucede esto. Hoy en día la mayoría de los locales gastronómicos contratan empresas expertas en la limpieza de sitios en donde se cocina y se come. Por ejemplo, las empresas de limpieza en Capital Federal brindan servicios generales y también específicos para particulares y empresas. Naturalmente hay muchas en el mercado y no todas tienen la misma la experiencia para manejar la limpieza de locales gastronómicos.

Hasta el momento, mencionamos comida y limpieza. Los factores que siguen pueden sorprender a muchos.

El servicio y el ambiente: Dos factores básicos a la hora de elegir el lugar. Sentirse como en casa es una satisfacción muy importante en el momento que nos disponemos a comer.

Que las porciones sean grandes: Muchas comensales se quejan de las porciones pequeñas que reciben en restaurantes reconocidos, tanto los más populares como los de alta cocina.

Precio acorde a la calidad: No siempre se dan estas dos condiciones juntas y los argentinos generalmente las exigimos.

Que no cobren cubierto: La mayoría de las personas que comen en un restaurante odian que le cobren el cubierto.

Que se puede elegir la mesa que uno prefiere: básica, ¿no es cierto? Sin embargo, no siempre sucede.

Aunque a los porteños y al resto de los argentinos siempre nos critiquen por comer casi como niños en relación con nuestros gustos (sencillo, sin mucho picantes y nos encantan los dulces), sabemos lo que queremos. Por ese motivo, cuando encontramos un lugar en el que cocinen rico, que esté limpio gracias a una empresa que hace desde la limpieza de oficinas hasta la de los locales gastronómicos más grande de la ciudad, y que las porciones sean grandes, nos sentimos felices de haber ido a comer “afuera”.